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Discurso de odio

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Entender qué es el discurso de odio

Discurso de odio y daño real

Existen antecedentes históricos que demuestran que el discurso de odio precede a los crímenes atroces.

En los últimos años, el mundo ha presenciado multitud de crímenes atroces en masa. En muchos de estos casos, el discurso de odio se ha identificado como un “predecesor de crímenes atroces, entre ellos el genocidio”. El uso de las redes sociales y las plataformas digitales para difundir odio es relativamente reciente; sin embargo, el uso como arma del discurso público para ganar el favor político no es, por desgracia, algo nuevo. Como la historia nos viene demostrando siempre, el discurso de odio unido a la desinformación puede llevar a la estigmatización, la discriminación y a la violencia a gran escala.

Acabar con el discurso de odio (en inglés)
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El Holocausto

El Holocausto no empezó con las cámaras de gas, sino con el discurso de odio contra una minoría.

El régimen nazi adoptó leyes y normativas para destruir los medios de comunicación independientes alemanes, sustituyéndolos por medios impresos y radiofónicos controlados por el Estado que difundieron el discurso de odio y el antisemitismo; utilizando estereotipos racistas y desinformación junto a otras falacias. Las campañas de los medios contribuyeron de forma crucial a normalizar los crímenes atroces. Esto facilitó el Holocausto, la persecución y aniquilación planificada y sistemática de alrededor de 6 millones de hombres, mujeres y niños judíos, y, al menos, medio millón de romaníes y sinti, mediante la Alemania nazi y otros Estados racistas. El régimen nazi y sus cómplices racistas violaron los derechos humanos y cometieron crímenes atroces contra personas con discapacidad, alemanes de ascendencia africana, personas LGBTQI+, polacos, prisioneros de guerra soviéticos, disidentes políticos y testigos de Jehová. El Holocausto no empezó con las cámaras de gas, sino con el discurso de odio contra una minoría.

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El genocidio camboyano

El discurso de odio transformó sistemáticamente a los intelectuales, opositores y residentes de ciudades, además de a las minorías étnicas y religiosas, en los "enemigos" del pueblo.

En los años 70, el movimiento Khmer Rouge de Pol Dot lanzó una intensiva campaña de propaganda para movilizar las zonas rurales de la población y hacerse con el poder. El discurso de odio convirtió sistemáticamente a los intelectuales, opositores y residentes de ciudades, pero también a las minorías étnicas y religiosas, en los "enemigos" del pueblo camboyano. Se calcula que entre 1,5 y 2 millones de camboyanos murieron bajo el régimen de Khmer Rouge, entre 1975 y 1979.

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El genocidio de 1994 contra los tutsis en Rwanda

Décadas de incitación al odio exacerbaron las tensiones étnicas con la expansión de rumores infundados y la deshumanización de la población tutsi.

En Rwanda, décadas de tensiones entre las distintas etnias intensificaron la expansión de rumores sin fundamentos y la deshumanización de los ciudadanos de etnia tutsi. Esto se vio reforzado por la difusión de propaganda de odio mediante la infame Radio Libre des Mille Collines, que incitaba a la mayoría hutu a asesinar a sus conciudadanos tutsis. Durante el genocidio de 1994, se estima que se llegó a 1 millón de personas asesinadas sistemáticamente en menos de tres meses. Entre las víctimas se encontraban desde bebés hasta ancianos, y eran en su gran mayoría de etnia tutsi, aunque también hutus moderados, twas y otras personas que se opusieron al genocidio. Asimismo, se calcula que entre 150.000 y 250.000 mujeres fueron violadas.

Puedes ver una serie de vídeos (en inlgés) sobre el genocidio de 1994 contra los tutsis en Rwanda.

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El genocidio de Srebrenica en Bosnia-Herzegovina

La constante propaganda nacionalista realizada por los medios de comunicación controlados por los partidos demonizó a la población musulmana bosnia.

Durante la guerra de Bosnia (1992-1995), las campañas de desinformación y odio para incitar y legitimar crímenes de guerra también tuvieron un papel muy activo. En las zonas de mayoría serbia, la constante propaganda nacionalista mediada por los medios de comunicación controlados por los partidos demonizó a la población musulmana de origen bosnio y otros grupos, a medida que los enemigos fundamentalistas violentos intrigaban contra los serbios. La disidencia también se silenció. En julio de 1995, en cuestión de días, las fuerzas serbias mataron a 8000 hombres y niños musulmanes de origen bosnio en la ciudad de Srebrenica, un enclave musulmán en el este de Bosnia y una "zona segura" bajo protección de la ONU. La guerra de Bosnia dejó más de 100.000 muertos y 20.000 desaparecidos. Un cuarto de siglo después, el discurso de odio, la glorificación de los criminales de guerra y la negación del genocidio y otros crímenes atroces siguen siendo generalizados, incluso en los discursos políticos y en los medios de comunicación, destacando el "fracaso de lograr abordar el pasado de forma generalizada".

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La crisis de los refugiados rohinyá en Myanmar

Se realizó una campaña de odio y desinformación, cargada de un lenguaje deshumanizante y derogatorio contra la minoría musulmana rohinyá.

Una campaña de odio y desinformación ayudada por un lenguaje deshumanizante y de tintes denigrantes hacia la minoría musulmana rohinyá se ha vinculado a las tremendas violaciones de los derechos humanos cometidas en Myanmar entre 2012 y 2017. La Misión internacional independiente de investigación sobre Myanmar —establecida por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas— emitió un informe que desveló la difusión de propaganda de odio dirigida por los funcionarios estatales, políticos y líderes religiosos y militares. También se tuvo constancia de atrocidades sistemáticas, tales como asesinatos, violaciones, violaciones en grupo, torturas, desplazamientos forzados y otras violaciones graves de derechos contra la minoría rohinyá. Se calcula que decenas de miles de personas han sufrido abusos sexuales. En agosto de 2018, más de 725.000 rohinyá habían escapado a Bangladesh, con lo que se creó la crisis de refugiados que más rápido aumentó en el mundo.

Crisis de refugiados rohinyá 
 
 
“Durante los últimos 75 años, el discurso de odio ha sido precursor de crímenes atroces, incluyendo el genocidio, como en Rwanda, y llegando a Bosnia o Camboya”.

—Secretario General de las Naciones Unidas António Guterres, junio de 2019

 
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