Se proporciona liderazgo, coordinación y creación de capacidad en apoyo de los esfuerzos de los Estados Miembros para implementar la Estrategia Global de las Naciones Unidas contra el Terrorismo y adoptar medidas prácticas para prevenir y combatirlo.
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Los terroristas apuntan a los eslabones más débiles de la infraestructura fronteriza. La aplicación de las normas internacionales y las buenas prácticas de gestión de fronteras sólidas, modernas, integradas y cooperativas contribuye a detener las corrientes de tráfico terrorista e ilegal.
Ningún país tiene todas las respuestas a los problemas transfronterizos que plantea el regreso y la reubicación de los combatientes terroristas extranjeros y sus familiares. La cooperación internacional y el intercambio de buenas prácticas son fundamentales para el enjuiciamiento, la rehabilitación y la reinserción basados en principios.
La prevención del extremismo violento que conduce al terrorismo es un componente crucial para hacer frente a la amenaza de manera integral. La prevención del extremismo violento requiere una cooperación multidimensional entre los Estados Miembros, la sociedad civil y las organizaciones internacionales y regionales.
Proporcionamos liderazgo, coordinación y fomento de la capacidad en apoyo de los esfuerzos de los Estados Miembros por adoptar medidas prácticas para prevenir y combatir el terrorismo mediante una amplia gama de actividades, proyectos y programas.
Los terroristas, así como quienes los inspiran, representan una importante amenaza transnacional. Detectar y prevenir los viajes de estas personas y grupos, y de otros criminales de alto riesgo, es una prioridad para la comunidad internacional, incluidas las Naciones Unidas.
La incorporación de las consideraciones de género en la labor de lucha contra el terrorismo mejora la eficacia de los esfuerzos preventivos y de respuesta, ayuda a comprender mejor los factores que impulsan la radicalización y reconoce el importante papel que desempeña la mujer en la lucha contra la amenaza.
El poder transformador del deporte y sus valores positivos nos unen. También ayudan a hacer frente a las condiciones que conducen al terrorismo mediante el fomento de la cohesión y la resiliencia de la comunidad. Al mismo tiempo, los grandes eventos deportivos son objetivos terroristas y deben ser seguros.
Bajo la dirección del Secretario General Adjunto, la Oficina de las Naciones Unidas Contra el Terrorismo (OLCT) está estructurada en cinco componentes para prestar un apoyo de alta calidad a los Estados Miembros en nuestro objetivo común de lograr un mundo libre de terrorismo.
Si bien las nuevas tecnologías han transformado nuestra forma de vida para mejor, su uso indebido por parte de los terroristas representa un desafío creciente para la seguridad de nuestra infraestructura crítica y las instalaciones fundamentales. Trabajar juntos para prevenir, proteger y mitigar los daños cibernéticos debe ser una prioridad.
Los derechos humanos son un verdadero reconocimiento de nuestra humanidad común. Unen a la gente, mientras que el terrorismo se nutre de las divisiones y representa la negación y destrucción de los derechos humanos. Cuando protegemos los derechos humanos, estamos abordando las causas fundamentales del terrorismo.
El carácter dinámico de la financiación del terrorismo es un reto crucial para los esfuerzos de prevención. Abordar de manera integral esta amenaza en evolución y, al mismo tiempo, defender los derechos humanos y crear asociaciones multidimensionales son prioridades de nuestro programa mundial.