Food and Agriculture Organization of the United NationsFood and Agriculture Organization of the United Nations

Un enjambre de oportunidades


Los jóvenes apicultores en Türkiye convierten las colmenas en empleos y futuro

Share on Facebook Share on X Share on Linkedin

En Düzce (Türkiye), el 32 % de los jóvenes está en desempleado. Muchos optan por marcharse a la ciudad en busca de trabajo La apicultura ofrece a los jóvenes una vía alternativa y oportunidades de ingresos en las zonas rurales. © FAO/Turuhan Alkır

06/10/2025

Cada mañana, Züleyha Ceylan, de 22 años, conduce su pequeña camioneta azul por las sinuosas carreteras que atraviesan las aldeas y los campos de avellanos hasta llegar a un grupo de coloridas colmenas en la provincia de Düzce, a unos 200 kilómetros al noroeste de Ankara (Türkiye).

Se enfunda su traje de apicultora de color amarillo canario, se pone unos guantes rosas y enciende una cerilla. Una voluta de humo se desprende de su ahumador de hojalata, calmando a las abejas, antes de levantar la tapa de la primera colmena. En el interior, la colonia bulle de vida. Züleyha estudia los marcos para comprobar los niveles de miel, comprueba la presencia de la reina y busca cualquier signo de enfermedad, tareas que requieren paciencia, habilidad y una observación minuciosa. Algunas inspecciones duran solo unos minutos; otras se prolongan hasta media hora o más; cada colmena tiene su propia vida.

“Desde pequeña me encantaba estar al aire libre con los animales y la naturaleza”, afirma, parándose un momento a escuchar el zumbido. “No podía imaginarme encerrada en una oficina en la ciudad. Cuando oigo el sonido de las abejas, es como una terapia. Su zumbido me relaja y me da energía para todo el día”.

Cuando Züleyha comenzó a dedicarse a la apicultura el año pasado, algunas personas de su comunidad cuestionaron su decisión. “Me dijeron que era un trabajo de hombres”, recuerda con una sonrisa. “Era como decir que una mujer no puede conducir un coche. Ahora esas mismas personas acuden a mí en busca de consejos sobre sus abejas”.

Aunque nadie en su familia se había dedicado nunca a la apicultura, siempre creyeron en la elección que hizo Züleyha. A pesar de ser alérgico a las abejas, su padre la ayudó a comprar sus primeras colonias y el equipo necesario. “Mis padres me dijeron: ‘haz lo que te gusta’ y me apoyaron en todo momento”, afirma. Eso me dio el valor para seguir adelante”.

Un camino con futuro

La provincia de Düzce es rica en tierras agrícolas y bosques, pero más del 32 % de los jóvenes de entre 15 y 24 años están desempleados. Muchos optan por mudarse a la ciudad en busca de trabajo, dejando atrás antiguas granjas y aldeas vacías.

La apicultura ofrece una alternativa: requiere poca tierra y una inversión relativamente modesta, a la vez que permite horarios flexibles. Además, la demanda de miel y productos asociados sigue siendo alta. En Düzce, la apreciada abeja local Yığılca —conocida por su resiliencia y su capacidad para producir miel de gran calidad— hace que las perspectivas del sector sean aún más prometedoras.

Para Züleyha, que decidió quedarse en su aldea, las abejas le han dado un medio de vida y la independencia.

“Este año he producido unos 100 kilos de miel”, afirma. “No era mucho, pero se vendió enseguida a través de mis amigos y las redes sociales. Las personas confían en mí porque ven cómo cuido de mis abejas. Incluso comparto vídeos en Internet para explicar mis productos”.

Sus sueños van más allá de la simple producción de tarros de miel. “Quiero ampliar mis colmenas y empezar a producir jalea real, pan de abeja, propóleo... todo lo que las abejas pueden aportar”, explica. “Algún día, quiero crear mi propia empresa y dar trabajo a otras personas”.

Los frondosos bosques y las variedades singulares de abejas de Düzce la convierten en uno de los centros apícolas de Turquía. Capacitar a los jóvenes para desarrollar este medio de vida contribuye al desarrollo rural y mantiene vivo el patrimonio agrícola. © FAO/Turuhan Alkır

Aprender, conectar, crecer

El éxito de Züleyha es el resultado de una mezcla de pasión y apoyo específico. En agosto de 2025, Züleyha se unió a otros nueve apicultores entusiastas y participantes de proyectos en un programa de capacitación organizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Dirección Provincial de Agricultura y Bosques.

“Antes no sabía cómo comercializar mis productos ni cómo tratar adecuadamente las enfermedades de las abejas”, admite. “Gracias a la capacitación, aprendí a gestionar las colonias, prevenir enfermedades y vender mi miel de forma más eficaz. Estos conocimientos me dieron confianza”.

Al terminar la formación, había adquirido algo más que habilidades. “Conocí a personas con experiencia, lo cual fue muy inspirador. Apenas estoy comenzando mi aventura, pero espero convertirme pronto en mejor apicultora”.

Una tierra hecha para las abejas

La provincia de Düzce es un paraíso para la apicultura. Casi el 60 % de su territorio está cubierto de bosques, desde fragantes tilos hasta castañares. La región, que alberga alrededor de 60 000 colmenas y a unos 800 apicultores, cuenta incluso con una indicación geográfica para su rica miel oscura de castaño y con un curso universitario dedicado a la apicultura.

“Una parte importante de la producción agrícola aquí proviene de la apicultura”, explica Ezra Uzun, Director provincial de Agricultura y Bosques. “Düzce también protege la variedad de abejas reina Yığılca en una zona aislada especial. Esto, combinado con nuestros bosques, nos da ventajas únicas”.

Sin embargo, la crisis climática está modificando los patrones de lluvia y los ciclos estacionales, lo que afecta a la salud de las abejas y a la producción de miel. Al mismo tiempo, la disminución de la población rural amenaza la sostenibilidad de la agricultura.

Uzun cree que la respuesta está en la colaboración: “estamos colaborando con la FAO en proyectos que no solo mejoran la producción y la imagen de marca, sino que también animan a los jóvenes a quedarse en las zonas rurales. Nuestra visión es transmitir el patrimonio agrícola a las nuevas generaciones, combinándolo con conocimientos y tecnología”.

Ayşegül Selışık, Representante adjunta de la FAO en Turquía, se hace eco de esa visión: “Düzce tiene enormes ventajas naturales para la apicultura. Sin embargo, muchos jóvenes y mujeres se enfrentan a obstáculos para entrar en el sector. Al proporcionarles capacitación, apoyo técnico y habilidades empresariales, les estamos ayudando a convertir estos activos en medios de vida sostenibles. El objetivo no es solo fortalecer la apicultura a día de hoy, sino también garantizar que las generaciones futuras puedan prosperar aquí”.

Con el apoyo de la FAO, los jóvenes apicultores están aprendiendo a comercializar sus productos y a crear negocios sostenibles y exitosos. © FAO/Turuhan Alkır

Un futuro dulce

En medio de sus colmenas, Züleyha se muestra optimista sobre las oportunidades que ofrece la apicultura. “Con la formación de la FAO y el apoyo de nuestra comunidad, veo un futuro aquí: no solo para mí, sino también para la próxima generación de apicultores de Düzce”.

“No tengáis miedo de intentarlo”, aconseja a otros jóvenes. “Con la información y el apoyo adecuados, podréis conseguirlo. Y con la tecnología moderna, se pueden vender los productos no solo a nivel local, sino incluso internacional”.

En invierno, cuando sus abejas descansan, pinta paisajes, animales y a sus diminutos amigos zumbones, a los que echa de menos. “Ahora, mi vida sigue el ritmo de las abejas. Mi arte me ayuda a mantenerme conectada con ellas incluso durante estos meses tranquilos”, afirma con una sonrisa.

Cada 16 de octubre, Día Mundial de la Alimentación, tenemos la oportunidad de rendir homenaje a los héroes de la alimentación de todo el mundo. Desde agricultores y pescadores hasta innovadores y chefs, los héroes de la alimentación lideran iniciativas locales y mundiales para crear sistemas agroalimentarios más sostenibles y con mayor resiliencia. Pero todos podemos ser héroes de la alimentación: respetando los alimentos, eliminando el desperdicio y reduciendo el consumo innecesario. Nuestras acciones son nuestro futuro. Construyamos juntos un futuro mejor.